martes, 23 de abril de 2013

tu vision para un futuro




¿Qué es una visión?
Es la forma en que podemos ver el camino hacia un objetivo nos ayuda a seguirlos y de la misma manera lograrlos, sin una visión no se puede empezar algo.




¿Qué elementos debe contener una visión?
La visión de un líder

Apoyo por parte del equipo

Amplia, detallada

Positiva y alentadora


Es posible mejorar el futuro? ¿Cómo?
Haciéndonos de una visión en la que tomemos en cuenta lo que le hace falta a la actualidad, la manera en que se pueden corregir errores, sobreponerse a todo y crecer.

VISION DE FUTURO
Cuando se desarrolla una idea, cualquiera sea su naturaleza, uno de los aspectos que siempre deben plantearse es la visión de futuro que se tiene de la actividad que resultará de tal idea. Normalmente, en el desarrollo de una microempresa la visión de futuro es limitada porque se está restringido a un proyecto de naturaleza muy pequeña. Sin embargo, se debe tener presente que es la visión de futuro de cualquier actividad del hombre lo que lo motiva a enfrentarse a dificultades, problemas y fracasos y continuar luchando por vivir.

Cada acción que el ser humano realiza, está motivada por la luz al fondo del túnel, por una estrella que simboliza los más profundos anhelos respecto de cada cosa que realiza.

Es esta visión de futuro la que se debe transformar en nuestra meta real, en el fin último por el cual se realizarán todos los esfuerzos necesarios para alcanzar el nivel de vida deseado.

Él aprender a desarrollar un proyecto de futuro es, la capacidad de crear una planificación de acuerdo a los recursos disponibles y basados en tal planificación crear una visión de futuro, es algo que se aprende, que se entrena y que se desarrolla

La visión de un líder es indispensable cuando se empieza por plantear la visión de futuro, es por lo que se empieza para motivar a tu equipo y poner en marcha todo.

Apoyo por parte del equipo es lo que por consecuencia procede, el líder mueve a sus seguidores y los motiva para cumplir con la visión y así cumplir los objetivos pactados.

Amplia, detallada debe ser la visión, que aclare cualquier duda sobre el camino que vamos a tomar para cumplir nuestra meta

Positiva y alentadora, una visión siempre debe ser para crecimiento.













  • ¿Qué es una visión?
    Es la forma en que podemos ver el camino hacia un objetivo nos ayuda a seguirlos y de la misma manera lograrlos, sin una visión no se puede empezar algo.


    ¿Qué elementos debe contener una visión?
    La visión de un líder

    Apoyo por parte del equipo

    Amplia, detallada

    Positiva y alentadora


    Es posible mejorar el futuro? ¿Cómo?
    Haciéndonos de una visión en la que tomemos en cuenta lo que le hace falta a la actualidad, la manera en que se pueden corregir errores, sobreponerse a todo y crecer.


    Investiga la visión que tiene la UANL

    En el 2006: La Universidad Autónoma de Nuevo León
    será reconocida como la mejor
    universidad pública de México.

    Esta Visión es resultante de una serie de conjugaciones entre las funciones básicas de la Universidad: docencia, investigación y difusión de la cultura, y la interrelación con la sociedad a la cual se debe y beneficia con su actividad.

    Para alcanzar la Visión se requieren las siguientes condiciones básicas:


    Una estrecha interrelación con la sociedad de la cual forma parte.


    Un cuerpo docente de clase mundial.


    Egresados capaces de desempeñarse exitosamente en los ámbitos mundiales.


    Una mística institucional constituida por principios y valores, los cuales guiando el pensamiento y las acciones de los hombres, hagan posible su desenvolvimiento integral y la convivencia humana.


    VISION DE FUTURO
    Cuando se desarrolla una idea, cualquiera sea su naturaleza, uno de los aspectos que siempre deben plantearse es la visión de futuro que se tiene de la actividad que resultará de tal idea. Normalmente, en el desarrollo de una microempresa la visión de futuro es limitada porque se está restringido a un proyecto de naturaleza muy pequeña. Sin embargo, se debe tener presente que es la visión de futuro de cualquier actividad del hombre lo que lo motiva a enfrentarse a dificultades, problemas y fracasos y continuar luchando por vivir.

    Cada acción que el ser humano realiza, está motivada por la luz al fondo del túnel, por una estrella que simboliza los más profundos anhelos respecto de cada cosa que realiza.

    Es esta visión de futuro la que se debe transformar en nuestra meta real, en el fin último por el cual se realizarán todos los esfuerzos necesarios para alcanzar el nivel de vida deseado.

    Él aprender a desarrollar un proyecto de futuro es, la capacidad de crear una planificación de acuerdo a los recursos disponibles y basados en tal planificación crear una visión de futuro, es algo que se aprende, que se entrena y que se desarrolla

    La visión de un líder es indispensable cuando se empieza por plantear la visión de futuro, es por lo que se empieza para motivar a tu equipo y poner en marcha todo.

    Apoyo por parte del equipo es lo que por consecuencia procede, el líder mueve a sus seguidores y los motiva para cumplir con la visión y así cumplir los objetivos pactados.

    Amplia, detallada debe ser la visión, que aclare cualquier duda sobre el camino que vamos a tomar para cumplir nuestra meta

    Positiva y alentadora, una visión siempre debe ser para creci
    miento.




  • Querer es poder




    querer es poder


    Cada persona puede, si quiere, transformarse a sí misma y a su realidad. Es una enseñanza que procede no sólo de la tradición oral (querer es poder), sino del budismo. Recientes investigaciones científicas corroboran además la validez de esta capacidad humana: somos libres para decidir qué tipo de persona deseamos ser. La piedra filosofal para la transformación es una mezcla de la voluntad, la intención y de la impresionante plasticidad del cerebro. La meditación permite cultivar cualidades nuevas que poco a poco se van incorporando de forma natural a la vida cotidiana. 


    Cuando era pequeña mi abuela me repetía “querer es poder”. Aquello me ponía furiosa porque me daba la impresión de que no comprendía mis dificultades para lograr algunas cosas y que no veía los obstáculos que me encontraba en el camino. 

    Después de los años y de alguna que otra lectura, he tenido que admitir que aquella dulce mujer que apenas había pisado una escuela, se había, con su rica sabiduría popular, adelantado a las conclusiones de las investigaciones neurocientíficas del nuevo milenio y al mismo tiempo, estaba describiendo los principios básicos de una tradición filosófico-espiritual que ni siquiera sabía que existía, el budismo. 

    La enseñanza profunda que trataba de transmitirme mi abuela era que cada uno de nosotros puede, si quiere, transformarse a sí mismo y por extensión, su realidad. Del mismo modo, desde hace siglos los budistas sostienen que tenemos la capacidad de convertir el dolor en sabiduría, la envidia en compasión, la angustia en esperanza; que tenemos en nuestra mano la posibilidad de borrar las heridas del pasado y esculpir un futuro. Podemos aprender a ser felices y plenos. 

    En los reinos de la ciencia, sin embargo, siempre se había pensado lo contrario. El cerebro, el capitán general de nuestro comportamiento y nuestro sentir, es inamovible, decían. No sólo no se puede cambiar, añadían, sino que a lo largo de la vida vamos perdiendo neuronas que nunca más se vuelven a recuperar. 

    Fatalidad irreal 

    Pero los últimos años de investigación neurocientífica demuestran que semejante fatalidad no es real. Más bien todo lo contrario. Y he ahí que la ciencia demuestra los principios del budismo: con la intención, con la voluntad, con el deseo se cambia lo que antes se consideraba escrito en piedra: la arquitectura cerebral. 

    Desde hace dos décadas el Dalai Lama se reúne periódicamente con neurocientíficos occidentales con el objetivo de aunar dos aproximaciones con orígenes muy diferentes, pero con el objetivo común de comprender la mente humana, su realidad y los caminos para alcanzar el bienestar. De estos encuentros han salido infinidad de proyectos y datos muy valiosos. 

    El Dalai Lama ha insistido desde el principio en que la fuerza de la mente puede cambiar el cerebro y con él nuestra manera de vivir y de crear el mundo que nos rodea. Sin embargo, ésta era una hipótesis difícil de aceptar para los científicos. 

    La reunión de 2004 en Dharamsala (India) entre ciencia y budismo tuvo como tema de discusión la mencionada propuesta de Su Santidad. Parece que los investigadores han tenido que plegarse a las evidencias de los estudios y dar la razón al budismo. 

    La periodista científica Sharon Begley ha recogido el encuentro en el libro Train your mind, change your brain(entrena tu mente, cambia tu cerebro), que acaba de publicarse en Estados Unidos, y en él se puede leer la siguiente cita de Michael Merzenich, un neurocientífico de la Universidad de California-San Francisco (EEUU), que testifica el cambio de pensamiento: “cada momento elegimos y esculpimos cómo va a trabajar nuestra siempre cambiante mente, elegimos quién seremos en el momento siguiente”. O dicho de otro modo, somos libres para decidir qué tipo de persona deseamos ser. 

    La piedra filosofal 

    La piedra filosofal para la transformación mental es una mezcla del querer es poder, es decir, de la voluntad, la intención o la fuerza de la mente y de la impresionante plasticidad del cerebro. Al igual que el entrenamiento físico fortalece los músculos, el entrenamiento mental modifica los circuitos del cerebro en la dirección que deseamos. 

    Si uno se empeña y lo desea puede construir y potenciar los circuitos de la felicidad, de la armonía, de la empatía y todo el etcétera que se quiera. Para los budistas el entrenamiento mental por excelencia, la herramienta para cambiar el cerebro y la realidad, es la meditación. 

    Así, el Dalai Lama habla del arte de la felicidad y cuenta su propio cambio gracias a la meditación. Explica que cuando era joven se enfadaba con mucha frecuencia y sentía rabia. Ahora, tras muchos años de meditación, esas emociones se han esfumado y no es porque pueda controlarlas, sino porque ni siquiera se presentan en su vida. 

    Pero por supuesto no hace falta ser un monje budista para disfrutar de los efectos transformadores y creativos de la meditación. David Lynch, el siempre sorprendente director de cine, en su libro Catching the big fish (Atrapar el pez grande), explica cómo esa técnica ha influido en su creatividad y en su consciencia: “cuando buceas en tu interior, el auténtico ser está ahí y la verdadera felicidad está ahí. Hay un océano enorme, sin límites, de ella”. 

    Nuevas cualidades 

    La meditación permite cultivar cualidades nuevas que poco a poco se van incorporando de forma natural a la vida cotidiana. En un principio hay que tener la voluntad para dirigir la mente hacia el lugar que deseamos y de este modo se comienzan a formar nuevas conexiones cerebrales que son primero caminos y con el tiempo se convierten en autopistas cerebrales para la alegría, la compasión, la empatía… 

    Para eliminar los pensamientos o emociones negativas no hay que luchar contra ellas sino reemplazarlas por otras positivas. Decir “no a la guerra” es seguir dando protagonismo al conflicto, afirmar “sí a la paz” crea un nuevo circuito y borra la huella de la guerra. 

    Numerosos experimentos han demostrado que la práctica de la meditación altera la geografía neuronal de modo que se potencia la actividad en áreas relacionadas con las emociones positivas, el bienestar y la felicidad. “Lo que estamos viendo es que la felicidad no es simplemente un estado, sino que es un producto de habilidades que se pueden mejorar con entrenamiento mental”, afirma Richard Davidson de la Universidad de Wisconsin-Madison (EEUU), uno de los primeros investigadores en llenar el cráneo de los monjes budistas de electrodos. 

    Y de nuevo no es necesario ser un monje budista o pasar horas en estado meditativo: se ha visto que incluso las formas más básicas de entrenamiento mental producen efectos positivos. Se puede considerar como si se educara a un niño jugando, pero en este caso el niño es nuestro propio cerebro. 

    Es lógico que los efectos en el cerebro de los monjes sean mucho más significativos, pero con tan solo una semana de meditación ya se pueden observar cambios en el cerebro de personas que nunca antes habían practicado esta técnica. La diferencia es que están más activas las áreas asociadas con el bienestar y el pensamiento positivo. 

    Una clave muy importante para la transformación es la observación de uno mismo, ese buceo interior del que habla David Lynch. 

    Experimento de Schwartz 

    Un ejemplo clarificador de esta mirada interior es un experimento realizado por Jeffrey Schwartz, neuropsiquiatra de la Universidad de California-Los Ángeles (EEUU), con personas que padecían trastorno obsesivo compulsivo – la patología de las manías como el personaje de Jack Nicholson en Mejor Imposible que no dejaba de lavarse las manos y cada vez estrenaba una pastilla de jabón. 

    Schwartz, budista y practicante de la meditación, quiso comprobar el potencial terapéutico de ésta. Siguiendo la idea de lo que se conoce como meditación consciente, es decir, observar lo que ocurre en el interior sin juzgar, enseñó a sus pacientes a separarse de su enfermedad; a observar los síntomas con la parte más lúcida de ellos mismos reconociendo que sólo eran manifestaciones de su trastorno. 

    Una semana de entrenamiento fue suficiente para que los pacientes afirmaran que sentían que la enfermedad había dejado de controlarlos. Pero lo más extraordinario y sorprendente para los científicos fue que las pruebas de imagen cerebral demostraban que sus redes neuronales habían cambiado. La simple educación mental había reducido la actividad en los circuitos cerebrales que causan la enfermedad. 

    Se han obtenido resultados similares en casos de depresión, pero no hace falta sentirse mal para comenzar a entrenar la mente y modificar nuestras vivencias. De hecho, otro de los principios fascinantes del budismo es que afirma que la realidad exterior es el producto de nuestras proyecciones. De modo que si se modifica el interior, el resto también cambiará. 

    La influencia del entorno 

    Hay quienes aseguran que todos deberíamos hacernos preguntas sobre nuestros conflictos internos a la vista de los que se producen en el mundo. Quizá una de las zonas donde los conflictos son más profundos es en Oriente Próximo. Y precisamente en la Universidad Bar Ilan de Israel, bajo la dirección de Phillip Shaver y Mario Mikulincer, se han llevado a cabo varios experimentos con conclusiones particularmente interesantes para esa zona del planeta. 

    Un grupo de estudiantes israelíes judíos evaluó a otro grupo de estudiantes. Aunque los examinados eran todos judíos, Shaver y Mikulincer manipularon los datos e hicieron creer a los examinadores que algunos de ellos eran árabes. 

    Como seguramente muchos supondrán, la percepción de los evaluadores fue mucho más negativa cuando pensaban que estaban ante un árabe. Los encontraban impulsivos, vagos, conflictivos… Pero hay esperanza. 

    Cuando los científicos hicieron a los examinadores que recordaran momentos en los que alguien les daba amor, las calificaciones cambiaban radicalmente. Ya no había diferencia alguna en la percepción de judíos y árabes. 

    Los experimentos se repitieron empleando distintos tipos de imágenes mentales, por ejemplo, sentirse rodeado de gente que te ama, te apoya y que está dispuesta a ayudarte y los resultados fueron siempre los mismos. 

    Conclusión conmovedora 

    La conclusión es conmovedora y esperanzadora. Los recuerdos de amor, de apoyo, activan circuitos mentales relacionados con la sensación de seguridad emocional, de solidez y de autoestima. Entonces el mundo y las personas que nos rodean se ven a través de ese cristal y lo que se percibe es tolerancia, comprensión, apertura y empatía. 

    Cuando el mundo interior está en paz y armonía, el mundo exterior se contagia de esa paz y armonía. Y aquí es donde volvemos a encontrarnos con el budismo. Una de las formas principales de meditación está orientada a la compasión y su objetivo es entrenar la mente para alcanzar una profunda empatía por todos los seres vivos. Entre las técnicas que los budistas emplean para potenciar la compasión está revivir el amor de la madre. 

    Continuando con los cuidados maternos, llegamos a la parte más extraordinaria del asunto. Con el “querer” se puede incluso doblegar la genética, burlar el supuesto determinismo del ADN. 

    Los cambios que incorporamos a nuestro comportamiento a base de cultivar lo mejor de nosotros mismos se transmiten a las generaciones futuras igual que ocurre con el color de los ojos o de la piel. La ciencia lo ha constatado con animales de laboratorio en los que es posible hacer un estudio tan complejo. 

    Amor maternal recuperado 

    Los trabajos de Michael Meaney de la McGill Universitiy en Montreal (Canadá) han demostrado que ratas nacidas de madres poco amorosas repetían el comportamiento de sus progenitoras con sus propias crías. Sin embargo, cuando las hijas de las descuidadas madres eran criadas por otras cariñosas y solícitas dejaban de lado la genética y se volvían como sus progenitoras adoptivas. 

    En la siguiente generación, aquellas que estaban abocadas por sus genes a no ocuparse de sus vástagos dieron un golpe de timón y cambiaron el curso de su descendencia. Si algo así se puede lograr con sólo el instinto animal, imaginemos hasta dónde se puede llegar con la voluntad consciente. Definitivamente “querer es poder”.

    Aprende como tener confianza en ti mismo


    como tener confianza en si mismo

     - Trucos para tener confianza en uno mismo
    La confianza en uno mismo no es una cualidad innata. Algunos tienen demasiada mientras que a otros les falta de una forma brutal. Entonces, ¿qué tiene de cualidad importante? ¿Y cómo resolver esta falta de seguridad? Explicaciones.

    ¿Qué tiene de importante?

    Las personas que no tienen confianza en sí mismas se infravaloran constantemente, y no imaginan que otros puedan encontrarles alguna cualidad. La falta de confianza simplemente les impide tomar iniciativas e ir hacia adelante. No creen en lo que hacen, así que dejan de intentarlo. ¡Se pierden así muchas oportunidades! En otros casos, las personas poco seguras de ellas interpretan un papel para sentirse más a gusto, y construyen una imagen que no es la suya. Estas personas tendrán pues dificultades para encontrar un camino que verdaderamente les convenga y así tener su vida bajo control. Por el contrario, la confianza en uno mismo permite pensar de una forma autónoma, y actuar más libremente, aportando así a las relaciones con los otros un carácter más auténtico y abierto.


    ¿Cómo tomar las riendas?

    Cuando una persona no tiene confianza en sí misma, debe intentar ser consciente de que posee una identidad plena. Es decir, es necesario que tenga una idea clara de quién es verdaderamente: una persona única, con sus pasiones, su carácter, su sensibilidad, sus gustos... A continuación, debe intentar poner de relieve sus puntos fuertes, su saber-hacer: su capacidad de organización, su escucha, su talento culinario... porque a la fuerza hay un campo en el que uno se siente más a gusto que en otros. No dudes en hacer una lista con tus cualidades sobre un folio en blanco, para asimilarlos bien.
    Igualmente ignora los prejuicios adquiridos en la infancia o la adolescencia. Muy a menudo, la falta de seguridad proviene de las miradas o de las palabras negativas dirigidas a ti durante este periodo.

    Las 5 claves para tener confianza en uno mismo:


    1- La aceptación

    Concédete el derecho a tener opiniones, pensamientos o actuaciones. Y aprópiatelas sin denigrarlas nunca ni negarlas. Así, a diario, nos forzamos a dar nuestra opinión en una conversación, incluso si va en contra de lo que piensan los demás, e incluso si imaginamos que eso no tiene interés. Prueba primero en círculos reducidos, por ejemplo en familia. Después, cuando te sientas más a gusto, expresa tu opinión delante de tus amigos. Última etapa: en el trabajo, delante de los compañeros durante una reunión.


    2- La afirmación

    Sé auténtica en tus relaciones, y no busques falsear la realidad con el objetivo de agradar. No puedes copiar tu actitud de la de los otros, porque cada uno posee su propio modo de expresión. Ejemplo: compra la ropa que realmente te gusta a ti en lugar de copiar siempre el look de tu mejor amiga. Atrévete a decirle a tu chico que no te ha gustado esa película de terror que a él le entusiasma.


    3- Fijarse objetivos

    Ponte pequeños desafíos a diario. Para ello, hay que conocer las capacidades de uno mismo y sus propios límites, fijándose objetivos realizables. Ve progresivamente, etapa por etapa, aumentando la dificultad. Después observa los resultados para reconocer lo que se necesita cambiar y ajustar.
    Observar los fracasos permite también detectar los puntos en los que se cojea, y evitar así reproducir los errores.


    4- El método Coué

    Repite mañana, tarde y noche frases positivas: “lo puedo hacer”, “tengo capacidad para realizar este trabajo...” o “soy la mejor”..., es el pensamiento positivo y ayuda a tener confianza en una misma, y a no verlo todo negativamente. Pero para que este método funcione ¡antes hay que creer en tu propio poder!


    5- Afrontar las situaciones

    En lugar de huir sin cesar de las situaciones que te hacen sentirte a disgusto, hay que enfrentarse a ellas e ir a por todas. No bajes la mirada en cuanto te miren, responde y participa en la conversación cuando un desconocido entabla un diálogo... Todo con el objetivo de adquirir nuevas experiencias para, poco a poco, reducir estas situaciones angustiosas.




    !tu puedes ser feliz!

    por mery santana





    Aprende a controlar el miedo... 


    por mery santana
    El miedo te puede paralizar, enfrentalo y acaba con el...
    El miedo es el peor enemigo de la especie humana. Y ha estado con nosotros desde el principio. Cuanto más vivimos estamos más propensos a permitir que el miedo se apodere del control de nuestras vidas.
    Detente un momento y piensa en esto. La mayoría de los niños son criaturas sin miedo (a menos que un adulto les haya sembrado el miedo). Los jóvenes y aún adultos jóvenes, continúan mostrando actitudes sin miedo. Pero según crecemos mucha gente crece más miedosa en vez de más audaz.

    Y no debería de ser de esa manera. Definitivamente deberíamos ser más audaces según vamos siendo mayores debido a la sabiduría que nos da la experiencia (que normalmente viene con la edad) y que nos hace más aptos para ver la verdad en una situación.

    Hay personas que de jóvenes fueron personas de éxito sin miedos que los obstaculizaran y cuando son adultos se vuelven tan miedosos que su calidad de vida sufre significativamente. Se han dado por vencidos con respecto a sus sueños y literalmente a su vida por algún tipo de miedo. Miedo a fracasar, miedo a ser rechazado, miedo al cambio, miedo al éxito, miedo a tomar decisiones, a las responsabilidades, al compromiso.

    Es el miedo (y todos sus primos, como la preocupación, ansiedad, depresión, y dudas sobre uno mismo) que convertirán tus sueños de tener éxito en una escalofriante pesadilla que te llevará hasta la parálisis.

    Si cualquier tipo de miedo te está deteniendo o creando estres y preocupación en tu vida, lee cuidadosamente lo que sigue y actúa al respecto AHORA!

    El miedo puede ser vencido porque es una respuesta aprendida en primer lugar. Hemos nacido solamente con dos miedos: el miedo de caer y el miedo a los ruidos estrepitosos imposibles de soportar. Cualquier otro miedo que tengas ha sido aprendido.

    Para acabar con el miedo todo lo que tienes que hacer es APRENDER a manejarlo y a controlarlo. Zig Ziglar dice que

    "La valentía no es ausencia de miedo,
    sino el control del miedo con maestría".


    Aunque tengas miedo, ¡hazlo! Es la mejor forma de conquistarlo y de hacerte cada vez más apto en controlarlo y que el miedo se convierta en emoción que te empuja a hacer las cosas en lugar de hacerlas a un lado. Haz eso que tienes miedo de hacer y el miedo desaparecerá.

    La acción es la que te puede ayudar a acabar con tus miedos!
    Organízate para vivir mejor






    ¿Cómo evitar los problemas?


    "Si un problema tiene solución, no hace falta preocuparse. Si no tiene solución, preocuparse no sirve de nada."

    Es un proverbio oriental, por tanto nuestra mente occidental intentará rebatirlo. En principio lo conseguirá. Diremos que si el problema tiene solución me preocuparé por buscarla, diremos que si no hay solución me angustiaré por no encontrarla. Pero al cabo de un tiempo, a lo mejor unos años, entenderemos que no caben rebates.

    La cuestión no es negar la existencia de problemas o de situaciones preocupantes. Cierto es que hay cosas que nos agobian, angustian o asustan. Que esas reacciones son difíciles de controlar, nos llegan y nos producen un cierto pesar. A veces despiertan nuestra ira o nuestra pena. Todo eso es verdad. Y todo eso va en contra de la frase inicial. Cierto. Pero todo eso no te va a ayudar a resolver la pregunta.

    Los problemas vienen y van, se quedan un tiempo, vuelven unos años después, aparecen nuevos, te sorprenden cuando no los esperas o llegan en oleadas que arrasan con todo. Incluso aunque te apartases de todo, te podrían encontrar. Y es que aunque hayamos cultivado nuestra paz interior, seamos unos maestros de la relajación o hayamos conseguido relativizarlo todo…

    “Podrás permanecer inconmovible en un torrente caudaloso, pero no en el mundo de los hombres.”

    Y con todo eso, tampoco podrás contestar a la pregunta. No hay contestación. No los puedes evitar. Puedes centrarte en vivir el presente, en preocuparte en vivir hoy y así evitarás problemas futuros o pasados. Vivir en el presente es una frase sin ningún tipo de romanticismo existencial o encantamiento filosófico. Sirve solo por su utilidad, por el pragmatismo de saber que es lo que tenemos. Aquí y ahora. Nada más.

    Lo que debes evitar no son los problemas, son inevitables. La clave es no sobredimensionarlos, darles su espacio, aceptar que una vida feliz no es una vida carente de problemas es una vida en la que consigues salir adelante siempre. Rehacerse, reinventarse y adaptarse. Y he dicho una palabra prohibida como siempre, porque de seguir adelante no hay que cansarse 
    nunca (otra prohibida).











    evita los problemas



    Cuantas veces nos encontramos ante problemas que parecen imposibles? parecen incontables las ocasiones en las que el mundo parece que se nos viene encima. Sin embargo, la mayoría de las personas, cuando se enfrentan a situaciones de dicha índole, suelen preferir pasarlas por alto y evitarlas de manera tal que permaneciendo en la famosa “zona de comfort” se disminuye un poco la preocupación. Más ésto no implica que el problema sea solucionado, pues simplemente se está evitando actuar de cara a su solución.
    Es ésta entonces la salida fácil a los problemas, en el sentido en que requiere la menor cantidad de esfuerzo… y por consiguiente atrae la menor cantidad de satisfacción post-solución. En ocasiones incluso los problemas crecen y se alimentan de tal intransigencia.
    Lo ideal sería perseverar en la búsqueda de soluciones y alternativas a la problemática actual. En contraste, evitar los problemas solamente podrá ayudarnos a tener más problemas. Sin contar con el hecho de que al enfrentar un problema uno se llena de una gran satisfacción… y no hablemos de como se siente solucionar el problema totalmente :)
    Porque ocurre ésto?
    Principalmente como seres humanos, preferimos permanecer en lo que muchos llaman “la zona de confort” que son aquellos lugares físicos y mentales o aquellos comportamientos y actitudes que no requieren gran esfuerzo por parte nuestra. Así pues, el hecho de sentirnos bien en nuestra zona de comfort nos impide enfrentar los problemas, pues ésto nos hará salir de dicha zona.

    Evitar los problemas... la salida facil
    Evitar los problemas... la salida facil!
    Incomodarnos para solucionar los problemas puede ser algo tedioso, más sin embargo parece ser una alternativa un poco más inteligente.
    Hoy quiero recomendarte algunas reglas sencillas para enfrentar los problemas y no evitarlos.
    Paso 1: Determina la magnitud del problema
    Paso 2: Determina el impacto que tiene en tu vida la solución del mismo y contrástalo con el impacto que tendría no solucionarlo
    Paso 3: Divide el problema en partes mas pequeñas
    Paso 4: Define una estrategia de solución al problema en general y a sus partes, esto puede incluir la ayuda de otras personas, investigación… etc.
    Paso 5: Aprende de tu experiencia y aplícala posteriormente a la solución de nuevos problemas